Usándolo en oraciones:
- Llegó mi yerno, muy chingoncito, a decirme que él me instalaba el cable, y a la hora de la hora el tarado no sabía ni cómo agarrar el taladro.
- Juan era un pesado: se la vivía molestando a los chavos de la secundaria; ayer lo agarraron todos en bola y que lo mandan al hospital. Cuando lo fui a ver, le dije: Ora sí, muy chingoncito, ¿no?