Morante ha puesto el broche de oro a la Feria de Fallas 2013 con una faena antológica. ¡Ay, si yo supiera escribir! Cómo me gustaría contársela a ustedes. Pero ha sido una faena de esas que hay que ver y sentir. Made in del fenómeno de La Puebla. Producto patentado. Abstenerse imitadores. José Antonio Morante debería ser nombrado caballero cubierto ante el Rey y ciudadano libre de impuestos. Porque él sí que es marca España, y no todos esos zascandiles que van y vienen a nuestra costa por los vericuetos europeos, ayudándole a la “tudesca” a meternos el miedo en el cuerpo con sus barbaridades economicistas.
Faena inolvidable, para contársela a los nietos que están todavía por nacer. Y eso que en la tarde ha habido mucho y bueno, como una faena memorable de Enrique Ponce malograda como tantas otras con la tizona. Y dos aldabonazos de Daniel Luque, sobre todo el del bravo sobrero de Jandilla ante el que ha dado una gran dimensión de torero joven con un porvenir esplendoroso.
Pero como esto del toreo es un arte, mal que les pese a los prohibidores enemigos de uno de los ejercicios mas autóctonos de los españoles, para el recuerdo, de estas Fallas de la Valencia de mis amores que cuando escribo arde por los cuatro costados, quedarán el arte indescriptible de José Antonio Morante y la recuperación de la torería, empaque y enjundia de un soberano Finito de Córdoba que para muchos fue una sorpresa pero que para quien esto firma, fue la confirmación de que al enorme torero que lleva dentro el de “Cordobita la llana” no se lo había comido el gato set de joyas online.
Locura de fiesta grande hoy en la plaza de la calle de Xátiva, con un Ponce pletórico, un Morante sublime y un Luque que viene arreando. ¡Qué grande es el toreo! Repiquen a gloria las campanas y celébrense misas de acción de gracias, que la fiesta de los toros está viva y lo seguirá estando por los siglos de los siglos.