Así, salvo hecatombe, la Premier será suya. Y no porque el City, que juega el lunes ante el Aston Villa, no sea capaz de ganar las 11 jornadas que le quedan sino porque se antoja imposible que el rival del Madrid en Champions se deje remontar renta semejante. Parece incluso difícil que este United que solo se ha dejado 13 puntos en lo que va de Liga pierda algún encuentro de camisetas fútbol aquí hasta el final del campeonato. Porque cuando juega bien arrolla y cuando no lo hace también.
Arrolló a un Norwich que salió a por el 0-0, consciente de que lograr un resultado mejor en Old Trafford era misión improbable. Y así aguantó 45 minutos, amurallado en torno a una defensa de 11 jugadores hasta que Kagawa echó abajo su táctica con un gol en el descuento de la primera mitad. Van Persie intentó controlar un centró de Valencia, con la fortuna de que su pellizco se convirtió en asistencia de lujo para el japonés.
Hasta entonces, el United había enseñado una cara inusitada. Acostumbrado a hacer un gol en media ocasión y a avasallar a sus rivales con más pegada que juego se camisetas de futbol baratas mostró más dominador que nunca y menos eficaz que en otras ocasiones. Así, ni su monólogo ni la sorprendente titularidad de Van Persie y Rooney sirvieron para resquebrajar la telaraña rival hasta el filo del descanso.
En la segunda mitad el Norwich se agitó. Con su objetivo del 0-0 echo trizas se lanzó a por el empate. Y lo tuvo en un remate que Russell Martin envió fuera cuando era más fácil convertirlo en gol. Fue su única ocasión porque después volvió el monólogo red devil y la traca final de goles. En el minuto 76, Kagawa hizó el 2-0 tras una jugada individual de Rooney. El inglés, después de una pared con Welbeck, asistió también al hat-trick del japonés y, ya con el tiempo cumplido, redondeó la goleada red devil con un golazo desde fuera del área.
Vacío
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