Un detalle importante: trabajar muchas horas no siempre es sinónimo de una vida no balanceada como por el contrario, trabajar pocas horas no significa que tu vida esté equilibrada.
Lamentablemente, muchas veces se piensa que el éxito en la profesión o en la carrera laboral, conlleva la carencia de una vida equilibrada. Eso es falso.
¡No tienen por qué ser excluyentes!
Entonces, ¿qué significa tener una vida equilibrada y cuáles son los beneficios que ella supone? Una vida equilibrada, como su nombre lo indica, es una vida donde todas sus áreas tienen un balance natural. Algunas personas se sorprenden cuando les pregunto “¿cuáles son las áreas de tu vida?”. La respuesta más común: área personal y área laboral. Es una división muy frecuente, pero insuficiente. Hay otras áreas en tu vida para analizar: ¿qué tal la diversión, el esparcimiento, las relaciones sociales, amigos, familia, la carrera profesional (no siempre está relacionada con el trabajo), la pareja, los hijos, el desarrollo personal, las finanzas? Tienes que pensar en tu vida como la rueda de un automóvil. Si un lado está más “hundido” que otros, se te hará más difícil poder tener un viaje placentero y llegar a destino. El secreto para poder equilibrar tu vida es prestarle atención a todas las áreas, por supuesto establecer prioridades, pero no dejar ninguna de ellas totalmente desatendida o muy resentida. Encuentra qué pequeñas cosas puedes hacer en cada área de tu vida para poder sentir que estás dedicando un espacio a cada una de ellas.
Muchas veces el contexto no es el mejor. La economía del país, la situación individual de cada uno, los problemas que surgen naturalmente en cada profesión. Todas estas cuestiones son hechos y suceden. A veces puedes evitar que sucedan y a veces simplemente no está bajo tu control. Pero lo que relaciona a los hechos con las personas, son las percepciones. Lo que percibes de cada hecho, generará tu reacción en cada caso. Cómo encaras los problemas, si te preocupas o no, si te sientes abatido o motivado, si representa un desafío o un trastorno, depende de muchos factores pero uno de los principales es tu estado de equilibrio. Estas son las 10 cosas más importantes que sólo logras cuándo tu vida está balanceada:
1. Le das a las cosas el lugar que se merecen: que tengas un problema en un proyecto de trabajo no significa que tu carrera está en riesgo o que tu vida sea un desastre. Frecuentemente cuando nuestra vida no está equilibrada tendemos a sobredimensionar los problemas, porque no podemos acceder a las herramientas que tenemos internamente de compostura y serenidad para afrontar las situaciones o problemas.
2. Puedes ver con mayor claridad y no permites que las dudas te superen: ¿has pasado alguna vez por una instancia de estrés tal que sólo tienes dudas y no puedes tomar ninguna decisión? Para pensar con más claridad, necesitas equilibrio.
3. Te centras en las soluciones y no en los problemas: no buscas responsables o culpables, te enfocas en encontrar soluciones creativas y alternativas para mejorar la situación.
4. Comprendes más las reacciones y emociones de los otros: muchas veces los otros no hacen lo que uno espera o no reaccionan como uno desearía. Cuanto más centrado y tranquilo estés, más sencillo será comprender las flaquezas y debilidades de quienes te rodean. Y hasta incluso sus errores.
5. Tomas el toro por las astas y te orientas a la acción: cuando tienes equilibrio no pospones tus proyectos y vas por lo que quieres y necesitas. No te quedas en el “loop” (círculo vicioso) de la queja sin sentido. ¡Accionas! Si algo no te gusta, ¡cámbialo!
6. Te enfocas en los hechos y no te nublas por las emociones: a veces las emociones pueden traicionar la realidad de un hecho (a través de las percepciones). Tu equilibrio interior puede ayudarte a encontrar el momento de pausa para darte tiempo de que tu percepción se estabilice y veas las cosas de una manera diferente (¿alguna vez te pasó que contestaste un mail muy enojado o reaccionaste de cierta forma, y al cabo de un rato sentiste que “en realidad no era para tanto”?)
7. Vences el miedo y el auto sabotaje: salir de la zona de confort requiere valentía y determinación. Cuando te invade el miedo pregúntate “¿qué es lo peor que me podría pasar si…?”. Muchas veces no resulta ser tan terrible…
8. Tienes una actitud positiva y contagias el buen humor: es impensable un líder que tiene una mala actitud o un pésimo humor. ¿Qué es lo que va a contagiar y a inspirar a sus colaboradores? Pero también es muy difícil tener buena actitud si tu vida no está en equilibrio.
9. Tienes un mayor dominio de las frustraciones y aprendes a ver los errores como un verdadero aprendizaje: no te quedas decepcionado por los resultados y dándote látigos por el error. Tomas nota del error, aprendes y sigues adelante por otro camino.
10. Sales del piloto automático y te cuestionas para buscar lo que realmente quieres lograr: no se trata de cuestionarse existencialmente o preguntarse todo el tiempo “¿por qué? Es más bien una invitación a descubrir internamente a través de la reflexión cuál es el sentido o el “para qué” de las cosas que haces. Y ¿cuáles son las cosas que te gustaría lograr? ¿Estás viviendo la vida que quieres o la que quieren otros?
Puedo seguir escribiendo más cosas que puedes lograr si tu vida está equilibrada, pero aquí va una más que creo que es muy importante. Bonus track: Cuando tu vida está equilibrada te das el espacio para escuchar a tu intuición. Le prestas atención a tu voz interior.
¿Con cuáles de estas situaciones te identificas? ¿Cuál es el área de tu vida que has desatendido? ¿Qué pequeñas acciones puedes hacer cada día para que estés en equilibrio a pesar de tus obligaciones diarias?
Lic. Gabriela Turiano – [email protected]
Coach certificada, experta en liderazgo y consultora en desarrollo personal y profesional. Ha creado www.coachingparatucarrera.com y se dedica a trabajar con líderes, jefes y gerentes que necesitan potenciar su carrera, mejorar su rendimiento y equilibrar su vida personal-profesional.